Mínimo consumo de luz: Gracias a la tecnología de las pantallas LED que hemos visto anteriormente, tenemos unos dispositivos que funcionan con el mínimo consumo posible. Las antiguas generaban mucho calor pero poca iluminación lo que hacía que el consumo se elevase. Con estas pantallas ocurre justamente lo contrario.
Mayor duración de vida: Se calcula que estas pantallas LED para exterior o para interior son capaces de durar hasta un 90% más que las tradicionales. Digamos que no fuerza tanto los componentes internos por lo que siempre funcionarán de una manera mucho más fluida siendo resistente al paso del tiempo.
Menos espacio: Una de las principales características de estas pantallas es que ocupan muy poco espacio. Esto es debido a su composición ya que estos pequeños focos no necesitan de demasiado espacio para desplegar su actividad. Al no necesitar un foco de iluminación tan potente, puede distribuirse mejor el espacio.
Precio: Por lo general, estas pantallas LED para exterior e interior suelen ser más caras que otras con tecnología desfasada como el LCD o plasma, sin embargo, también consiguen una mejor definición, un brillo mucho más sutil, así como una duración bastante más elevada.
En definitiva, una de los modelos de pantalla más eficientes del mercado.
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